Ojalá pudiera congelar el tiempo & hacer de este instante una eternidad.

lunes, 26 de septiembre de 2011

1º parte. La voz de mi conciencia.// El reloj que marcaba las doce en punto.


El vicio. No hay mejor definición de todos y cada uno de aquellos 7 pecados que todo el mundo conoce, que todo el mundo save que ''está en contra de Dios realizarlos'', y que todo el mundo ha cometido al menos una vez en su vida.
Domingo a las 24:00 de la noche, una mínima parte de deberes o tareas están realizadas pero quedan cosas. Estáis cansados, dormidos, vuestros parpados os pesan, tenéis dos opciones: La primera y más estúpida, decidir hacerlos. La segunda y más inteligente, dejarlo y pedirselos a un compañero mañana. Pereza.
''El dinero no hace la felicidad'' está bien, pero todo el mundo se siente un poco más feliz saviendo que lo tiene. Saviendo que podréis cumplir vuestras necesidades básicas y de vez en cuando daros un caprichito. Y como no, querer más. Avaricia.
Dolor de estómago. Sólo os dejan hacer dos comidas al día y encima una mierda de dos tenedores de arroz y una loncha de jamón. Recuperación y saver que puedes comer todo lo que no has comido en una semana, teniéndo la nevera llena de todo. Hay que ser tonto. Gula.
Deseo de objetos materiales, o vida entera que no poseemos y otro si. Ver su disfrute, su alegría, su tranquilidad de saver que tiene lo que tiene. Querer tener lo que otro tiene y nosotros no. Envidia.
Te amarga la existencia y la de los que quieres, frunces el ceño en su presencia. El odio, la sensación de querer matar a alguien, de saber que eres capaz de reventarle la cabeza si se acerca a ti pero que no puedes si eres mínimamente contenido. Mas te vale que cuando ésto suceda, nadie esté cerca tuyo, podría ser lo último que haga. Ira.
Saves que eres bueno en lo que haces, saves que lo haces mejor que los demás porque simplemente, es así. Te sientes orgulloso, satisfecho contigo mismo. Te regodeas y lo dices, eres mejor en eso, y los demás no. Soberbia.
Y el último, el más cometido, el más deseado, y el peor. La atracción que sientes hacia esa particular persona sobrepasa los límites de lo normal, y sin regodeos ni tonterias, sueñas besar al sujeto por todas partes de su cuerpo, arrancarle la ropa a mordiscos, tirar todas las cosas de la encimera de la cocina al suelo, y hacer el amor hasta la saciedad. Todos soñamos o soñaremos un pensamiento inpuro. Lujuria.
Es un gran placer decirles que he cometido todos y cada uno de los 7 pecados capitales, y estoy orgullosa de ello.

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